(*) Esta entrada fue escrita en 2016. Actualmente la situación política de Irán es muy inestable, debido a las protestas ciudadanas y a la terrible represión del régimen de los ayatolás. Ojalá la sociedad consiga cambios duraderos, mayores libertades y derechos. Tienen un bellísimo país y una cultura milenaria, y siempre habrá razones para visitarlo cuando se pueda y sea seguro.
Irán no es precisamente reconocida en el exterior por su gastronomía. Una vez en el país te sorprenderás al ver que abundan los locales de comida rápida. Están por todas partes. Paciencia. Investiga y explora hasta dar con lugares donde probar la comida tradicional iraní o los platos más típicos. Aunque lo ideal es probar la comida casera de mano de locales, aquí va una pequeña guía o adelanto de lo que puedes encontrar una vez estés allí.
En Irán llegarás a probar y conocer sabores únicos. Puede que no te enamoren, o quizás sí, pero desde luego tus papilas gustativas se verán sorprendidas. Prepárate para mezclas imposibles como yogur con sabor a chalotes y otras deliciosas como el famoso fereni, un dulce típico de Esfahan (parecido a la cuajada) hecho a base de leche, polvo de arroz y sirope de dátiles.
Haz como los locales y disfruta de un vaso de Doogh (una bebida muy típica de yogurt con sabor a menta) mientras comes un Kabab Koobideh (un pincho de carne que se toma con o sin pan y viene con arroz y tomates asados). Combinación extraña y contundente que los iraníes aman!
En cualquiera de sus variantes, los helados iraníes son deliciosos (me marché enamorada del de azafrán). Las tiendas suelen estar abarrotadas a última hora de la tarde cuando llegan los meses de calor ya que los iraníes aprovechan para pasear y disfrutar de un helado en familia. Paciencia para aguantar las largas colas. Para los golosos, no dejéis de visitar la ciudad de Yazd conocida en todo Irán por sus dulces.
No podrás irte sin disfrutar de la bebida nacional de Irán que es el té. Me sorprendió ver como lo tomaban con unas barritas azucaradas de azafrán que remueven hasta que se derriten. No introducen el azucarillo en la taza sino que se lo llevan directamente a la boca.
El café va ganando adeptos sobre todo entre los más jóvenes de ciudades como Teherán. Los ‘coffe shops’ se han convertido en signo de libertad para muchos: espacios con wifi gratuito en donde la juventud puede reunirse (cuando la policía de la moral no hace redadas) para compartir sueños, inquietudes de cambio, tertulias y momentos agradables. Uno de los más conocidos de la capital es el Sam Café. Además en un país como Irán (sin cadenas extranjeras debido a las sanciones) aún podrás sorprenderte por las alternativas locales… ¿Te suena familiar este logo? No es el de Starbuck (aunque lo parezca). La versión iraní se llama Raees Coffee.
Para todos aquellos que sean vegetarianos o intolerantes a la lactosa o al gluten encontrar sitios en Irán donde comer será un reto pero que esto no os desanime a visitar el país. Hay muchos entrantes riquísimos a base de berenjena y alguna sopa también. Además abundan las ensaladas y los puestos de zumos naturales de zanahoria, sandia o granada.
Por ultimo, si te interesa la gastronomía iraní y quieres conocerla más a fondo recomiendo visitar la web de Ana Briongos una auténtica conocedora de Irán y sus costumbres culinarias. En su página podrás encontrar información, recetas y recomendaciones de restaurantes persas en Madrid o Barcelona. Para ir haciendo boca!